¿La halterofilia puede ser perjudicial para los niños? Esta es una de las preguntas más frecuentes que desde hace años circula en muchos gimnasios y clubs de halterofilia, a raíz de las dudas y el desconocimiento de la gente han aparecido mitos muy absurdos, como por ejemplo que el levantamiento de pesos puede detener el crecimiento de los más pequeños cuando cargan peso.
Lejos de juzgar la cantidad de respuestas absurdas que giran a este tema, te traemos un nuevo articulo con el que podrás descubrir los verdaderos efectos de la halterofilia sobre los niños y especialmente esperamos que sea de utilidad para despejar las dudas frecuentes de aquellos que se inician por primera vez en el weightlifting.
¡Vamos allá!
¿Por qué se piensa que la halterofilia es un deporte perjudicial para los niños?
Todo reside en una sola emoción: El miedo. Visualizar a un/a niño/a levantando peso desproporcionado y rompiéndose los músculos mientras sufre de dolor, es una sensación desagradable que puede aparecer en la mente de cualquier padre o madre.
Este instinto de protección es principalmente el responsable que en la actualidad circulen muchos mitos populares de la halterofilia y sus potenciales efectos dañinos. En este sentido los propios entrenadores son formados para desmentir el saber popular y dar confianza a los padres con un seguimiento activo a la actividad física que realiza el niño.
De hecho, muchas organizaciones como la Federació Catalana de Halterofilia creen que de 6 a 12 años es la edad ideal para aprender a trabajar diferentes movimientos con el cuerpo como el clean and jerk, el backsquat…
¿Qué opinan los médicos y pediatras sobre el tema?
Según un estudio realizado por la Academia Americana de Pediatría (1983) se demostró que la halterofilia o el entrenamiento de pesas practicado a edades tempranas no supone ningún peligro para el niño o la niña, si se trabaja con cargas moderadamente adecuadas.
Los/as niños/as hasta cierta edad no pueden ganar masa muscular ni aumentar su fuerza, ya que tienen una cantidad de estrógenos por lo que especialmente se fortalecen las articulaciones y mejora la postura corporal que a largo plazo favorece el desarrollo neuromuscular y la flexibilidad.
Basta con ver la ejecución de un arranque para darse cuenta de que la técnica es muy necesaria en la halterofilia. Ésta es la principal razón por la que un/a haltera empieza a entrenar a edades tempranas, no para levantar muchos kilos, sino para aprender la forma de levantar más adecuada.
¿Cuál es la mejor edad para comenzar a entrenar?
No existe una edad oficial para entrenar generalmente las organizaciones del deporte recomiendan que los niños menores a 12 años trabajen con su propio cuerpo antes de comenzar a sumar kilos, esto se propone principalmente porqué en estas etapas los niños y las niñas tienen facilidad para copiar movimientos.
A partir de la adolescencia se recomienda aplicar pequeñas cargas progresivas para habituar a los músculos y realizar los gestos con precisión. En todo caso cada entrenador utiliza el criterio más conveniente para cada deportista.
Como suele decir un dicho popular: «Las pesas por si solas no son ni buenas ni malas.. todo depende de la manera en que el entrenador o entrenadora las utilice con sus deportistas».
En recientes investigaciones del Ministerio de Deportes se ha determinado que la cantidad de lesiones infantiles fueron menores en la Halterofilia, en comparación a la aparición de lesiones en otros deportes de fuerza o contacto
¿Cuáles son las principales ventajas que pueden adquirir con la práctica de la halterofilia?
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Ayuda a mejorar la postura corporal, especialmente la espalda.
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Otorga acondicionamiento físico para desarrollar la fuerza, potencia, agilidad, equilibrio, resistencia y flexibilidad.
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Fomenta el respeto y mejora la confianza del niño a la hora de enfrentar problemas.
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Ayuda a valorar la importancia de llevar una vida sana en el futuro.
Existen muchos otros beneficios que pueden mejorar físicamente las aptitudes del practicante, no obstante, el más importante para nosotros es el aprendizaje de la constancia, es decir la capacidad de luchar contra emociones negativas como el aburrimiento, la pereza, la comodidad en pro de un crecimiento personal constante.
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